jueves, 18 de abril de 2019

Oración a Jesús crucificado

Una poderosa oración dentro de la Iglesia católica

Para rezar los viernes o para meditarla a tres de la tarde en recuerdo de la crucifixión de Nuestro Señor en nuestro favor:
Heme aquí, o buen y dulce Jesús. De rodillas ante tu divina presencia te pido y suplico, con todo el fervor de mi alma que te dignes grabar en mi corazón los más vivos sentimientos de fe, de esperanza y de caridad, de verdadero arrepentimiento de mis pecados y la voluntad firmísima de enmendarme, mientras que con sincero afecto e íntimo dolor de corazón considero y medito en tus cinco llagas, teniendo muy presentes esas palabras que el profeta David ya decía de ti, o buen Jesús: “Traspasaron mis manos y mis pies, y contaron todos mis huesos”.
(Indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre para quien reza esta oración frente a la imagen del Crucificado, después de la comunión – Pío P P. IX 31 de julio de 1850)

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