Libro de Habacuc 1,12-17.2,1-4.
¿No eres tú, Señor, desde los tiempos antiguos, mi Dios, mi Santo, que no muere jamás? Tú, Señor, pusiste a ese pueblo para hacer justicia, tú, mi Roca, lo estableciste para castigar.Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué, entonces, contemplas a los traidores y callas cuando el impío devora a uno más justo que él?¡Tú tratas a los hombres como a los peces del mar, como a reptiles, que no tienen jefe!¡El los pesca a todos con el anzuelo, los barre y los recoge con sus redes! Por eso se alegra y se regocija,y ofrece sacrificios e incienso a sus redes, porque gracias a ellas su porción es abundante y sus manjares, suculentos.¿Vaciará sus redes sin cesar, masacrando a los pueblos sin compasión?Me pondré en mi puesto de guardia y me apostaré sobre el muro; vigilaré para ver qué me dice el Señor, y qué responde a mi reproche.El Señor me respondió y dijo: Escribe la visión, grábala sobre unas tablas para que se la pueda leer de corrido.Porque la visión aguarda el momento fijado, ansía llegar a término y no fallará; si parece que se demora, espérala, porque vendrá seguramente, y no tardará.El que no tiene el alma recta, sucumbirá, pero el justo vivirá por su fidelidad.Salmo 9(9A),8-9.10-11.12-13.
Pero el Señor reina para siemprey establece su trono para el juicio.él gobierna al mundo con justiciay juzga con rectitud a las naciones.El Señor es un baluarte para el oprimido,un baluarte en los momentos de peligro.¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre,porque tú no abandonas a los que te buscan!Canten al Señor, que reina en Sión,proclamen entre los pueblos sus proezas.Porque él pide cuenta de la sangre,se acuerda de los pobres y no olvida su clamor.Evangelio según San Mateo 17,14-20.
Cuando se reunieron con la multitud, se le acercó un hombre y, cayendo de rodillas,le dijo: "Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua.Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron curar".Jesús respondió: "¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí".Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento quedó curado.Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?"."Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: 'Trasládate de aquí a allá', y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes".
Comenzamos un nuevo Año Litúrgico y con él, una nueva andadura. Un Año de Jubileo extraordinario de la Misericordia y por eso nuestras Parroquias se animan a acercarte a Dios a través de este blog. Te animas tú a acercarte más a Dios?.
sábado, 11 de agosto de 2018
Sábado de la decimoctava semana del tiempo ordinario
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