
Texto del Evangelio (Lc 11,1-13)
)Comentario de Abbé Jean GOTTIGNY (Bruxelles, Bélgica
Lectio Divina
PRIMERA LECTURA: Génesis 18, 20-320SALMO RESPONSORIAL: Salmo 137, 1-8SEGUNDA LECTURA: Colosenses 2, 12-14
Ven Espíritu Santo,Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntadpara entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.48
11,1: Una vez estaba en un lugar orando. Cuando terminó, uno de los discípulos le pidió:—Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos.11,2: Jesús les contestó:—Cuando oren, digan:Padre,santificado sea tu nombre,venga tu reino;11,3: el pan nuestro de cada día danos hoy;11,4: perdona nuestros pecadoscomo también nosotrosperdonamos a todos los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación.11,5: Y les añadió:—Supongamos que uno tiene un amigo que acude a él a media noche y le pide: Amigo, préstame tres panes, 11,6: que ha llegado de viaje un amigo mío y no tengo qué ofrecerle. 11,7: El otro desde dentro le responde: No me vengas con molestias; estamos acostados yo y mis niños; no puedo levantarme a dártelo. 11,8: Les digo que, si no se levanta a dárselo por amistad, se levantará a darle cuanto necesita para que deje de molestarlo.11,9: Y yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, 11,10: porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abre.11,11: ¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O, si le pide pescado, ¿le dará en vez de pescado una culebra? 11,12: O, si pide un huevo, ¿le dará un escorpión? 11,13: Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!
Lc 11:1-13Junto con la primera lectura, el tema se ve que es la necesidad de perseverar en la oración, confiados en que Dios nos escucha y nos concede todo lo que necesitamos. Jesús habla llanamente, usa ejemplos mundanos, argumenta según lo que la exégesis judía llamaba qal wahomer, ‘de lo leve a lo pesado’, lo que llamamos el argumento a fortiori, es decir, si algo vale en lo de poca importancia, cuánto más no valdrá en lo de mucha importancia (ver el ejemplo en Jn 7:23). Si los padres humanos, aun por exasperación, al fin dan lo que se les pide, cuánto más no dará Dios lo que necesitamos, que en la versión de Lucas se resume en que nos dará el “Espíritu Santo” (la versión en Mt 7:11 tiene “cosas buenas”).Es importante notar que el “tema” del Espíritu Santo no sólo es de suma importancia en Lucas: lo encontramos añadido donde la versión en Mateo no lo tiene, y en muchos pasajes únicos en Lucas. Cf. Mt 4:1 con Lc 4:1; Mt 4:12 con Lc 4:14; Mt 11:25 con Lc 10:21 etc. Para Lucas, el Espíritu Santo es la suma y totalidad de las “Promesas” de Dios. Es la gran “Promesa del Padre,” Lc 24:49; Hch 1:4; 2:33, 37-39. Está íntimamente ligado a la Resurrección de Jesús, que también es el cumplimiento de todas las Promesas de Dios, Hch 13:32-33; 26:4-8. Para Pablo, amigo de Lucas, todas las Promesas de Dios –pudiéramos decir, todo lo que le hemos pedido o podríamos pedir—tienen su “sí” (respuesta positiva, cumplimiento) en Cristo, 2 Co 1:20.Cuando oramos a Dios, tengamos en claro que Él nos concederá siempre que lo pidamos con fe, al Espíritu Santo. Él, con sus siete dones, podrá darnos la capacidad de entender qué es lo bueno para nuestra vida y qué es lo que se necesita para poder vivir en plenitud. No siempre pedimos cosas buenas para nosotros, a veces nuestros caprichos nos llevan a pedir cosas que nos son importantes. Pedir con claridad al Padre, que nos envíe el Espíritu Santo para que nos otorgue la “visión de Dios” sobre todas las cosas. Y también la intercesión de los demás cristianos, que nos ayuden a pedir a Dios
Reconstruimos el texto:1. ¿cómo comienza el texto? ¿Qué hacía Jesús?2. ¿qué es lo que los discípulos le piden a Jesús?3. ¿Cómo les contesta Jesús, qué les dice que deben hacer como resumen?4. ¿Qué imagen les dejó después? ¿Cómo comparó la insistencia?5. ¿Qué agregó finalmente?6. ¿Qué es lo más importante que debemos pedir a Dios?
1. Si pidiéramos gran sinceridad ¿cuánto tiempo dedicas tú a la oración?2. Para muchos, la oración es pedirle cosas y acciones a Dios ¿En que se basa principalmente tu oración?3. ¿Eres consciente también de la intercesión por las necesidades de los demás? ¿O sólo te centras en ti mismo?4. ¿Es tu oración una acción perseverante? O ¿sólo oras cuando tienes necesidades?5. ¿Estás consciente que el mejor pedido al Señor es que te mande su Santo Espíritu sobre ti para aprender a discernir las cosas y ver con los ojos de Dios las realidades?
Padre,santificado sea tu nombre,venga tu reino;el pan nuestro de cada día danos hoy;perdona nuestros pecadoscomo también nosotrosperdonamos a todos los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación.
«¡Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»(Versículo 13)
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.Si estoy solo o en grupo, de la Sagrada Escritura, en nuestra vida de seguidores del Señor, para enseñarlo a los demás. Hagamos también una visita a alguna persona que necesita oración, y enseñémosle cómo se hace este método de Lectio Divina, y oramos por sus intenciones. Así cumplimos con la misión que nos encomendó el Señor.

SANTO DEL DÍA
Santa Cristina De Bolsena
Joven, posiblemente romana, martirizada cerca del lago de Bolsena en la región Toscana de Italia
Un caso más de conciencia. ¿Qué debe hacer su padre? ¿Matar a su hija u obedecer al emperador? Es la frase del Evangelio: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
Era hija de Urbano, un gobernador pagano de armas tomar. Su hija, por el contrario, tuvo la suerte de entrar en contacto desde muy pequeña con unas mujeres cristianas. Estas, contentas y felices, le enseñaron la vida y obra de Jesucristo.
A medida que iba aprendiendo, vivía cuanto aprendía. Y para colmo, el padre no sabía ni palabra. Como niña, se entretenía en romper las estatuas de los falsos dioses que el padre tenía en casa. Un juego más, pensaba el padre. La realidad era todo lo contrario.
Pero cuando se enteró de que era cristiana, pronunció estas palabras:"No se ha decir en el mundo que una niña me dio la ley, ni que estos hechiceros de cristianos triunfan de nuestros dioses en medio de mi propia familia. Yo veré si sus hechizos pueden más que mis tormentos y si la paciencia de una hija ha de hacer burla de la cólera de un padre".
La sometió a toda clase de sufrimientos. De todos ellos la libró el Señor. Hay un momento en que el propio padre la llevó al templo de Apolo para que rezara e hiciera los sacrificios pertinentes. Pero el dios se cayó derrumbado al suelo ante su padre. Este, en un acto de violencia, cayó fulminado de muerte.
Otros gobernadores hicieron los mismo. Y, cansados, no tuvieron más remedio que darle muerte para el escarmiento de los cristianos que crecían como la espuma en tiempos de dificultad.
Sus restos los llevaron de Toscana a Palermo en donde se veneran en la actualidad.
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