miércoles, 24 de marzo de 2021

6 cosas que debe saber sobre la Solemnidad de la Anunciación

Cada año celebramos la solemnidad de la Anunciación. Es decir, cuando el Arcángel Gabriel apareció ante la Virgen María para anunciar el nacimiento de Cristo. ¿Por qué es importante este día? 
1. ¿Qué significa la palabra “Anunciación”?
Se deriva de la misma raíz que la palabra "anunciar". El Arcángel Gabriel anuncia el nacimiento de Cristo con antelación. "Anunciación" es simplemente una manera antigua de decir "el anuncio".
Aunque este término suele aplicarse al nacimiento de Cristo, se puede utilizar también en otros casos. Por ejemplo, en su libro “La infancia de Jesús”, Benedicto XVI tiene secciones como "La anunciación del nacimiento de Juan" y "La anunciación a María" porque el nacimiento de Juan Bautista también se anunció con antelación.
2. ¿Cuándo se celebra la Anunciación y por qué a veces se cambia la fecha?
La solemnidad de la Anunciación se celebra el 25 de marzo, es decir nueve meses antes de Navidad (25 de diciembre), en representación de los nueve meses que pasó Jesús en el vientre materno.
Sin embargo, la Anunciación coincide a veces con Semana Santa, cuyos días tienen un rango litúrgico superior a esta solemnidad. Según el Misal Romano: “Cada vez que se produce esta solemnidad durante la Semana Santa, se transfiere al lunes siguiente al segundo domingo de Pascua”.
3. ¿Por qué esta historia es paralela al nacimiento de Juan Bautista?
El nacimiento de Juan el Bautista fue también anunciado con antelación. En ambas historias hay similitudes:
El Arcángel Gabriel hace el anuncio.
Se anuncia a una sola persona: Zacarías en el caso de Juan Bautista, y María en el caso de Jesús.
Se anuncia el nacimiento milagroso de un individuo que tiene un lugar prominente en el plan de Dios.
En ambos casos realizan una pregunta al ángel (Zacarías pregunta cómo puede saber si lo anunciado sucederá; María pregunta cómo va a suceder).
Una señal milagrosa es presentada como prueba (Zacarías se quedó mudo; a María se le informa del embarazo milagroso de Isabel, que se encuentra en su sexto mes).
Gabriel se aparta.
4. ¿Por qué la reacción de María es diferente a la de Zacarías?
A primera vista la reacción de María ante Gabriel podría parecerse a la reacción incrédula de Zacarías, pero es fundamentalmente diferente:
Zacarías preguntó cómo podía saber si lo que decía el ángel sería verdad. Su actitud era de escepticismo.
María, en cambio, se pregunta cómo se cumplirán las palabras del ángel. Su actitud es de una fe que busca comprender.
5. ¿Cómo responde el Arcángel Gabriel a la pregunta de María?
Gabriel le dice: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”.
Aquí el ángel indica la participación de las tres Personas de la Santísima Trinidad: a través de la acción del Espíritu Santo, el Padre hace que el Hijo sea concebido en forma humana. No habrá ningún padre humano, dejando claro el hecho de que el Niño va a ser el Hijo de Dios.
Como un ejemplo más del poder de Dios, el ángel acota que Isabel, aunque anciana y aparentemente estéril, ha concebido milagrosamente un hijo y está en el sexto mes de embarazo. "Para Dios no hay nada imposible".
6. ¿Por qué el “Sí” de María es importante?

La aceptación de María de este papel es trascendental porque ella será la Madre del Hijo de Dios. A pesar de los sufrimientos, en sus diversas formas, ella se colocó por completo al servicio de la voluntad de Dios convirtiéndose en protectora del Niño que un día nacería y salvaría con amor al mundo.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Urbi et Orbi. Papa: “El Niño de Belén conceda fraternidad a la tierra que lo vio nacer”

Bendición URBI ET ORBI 


Este 25 de diciembre son varios los deseos de Navidad del Papa Francisco. Su primer deseo: vacunas de protección ante coronavirus para todos. También fraternidad humana y paz para Oriente Medio, cese al fuego para el Cáucaso, stop conflictos armados en África y esperanza para América y Asia. Ante tanto sufrimiento, el Niño Jesús nace para todos: abramos nuestro corazón para acogerle.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

Este mediodía el Papa Francisco ha pronunciado su tradicional Mensaje navideño y ha impartido la Bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) desde el Aula de las Bendiciones y no desde el Balcón central de la Basílica Vaticana como tradicionalmente han hecho todos los Papas a lo largo de la historia. Hoy Francisco ha anunciado un mensaje directo: “Ha nacido un niño” y este Niño, Jesús, ha nacido “para nosotros” pues es el “hijo” que Dios ha dado a toda la familia humana.

El Papa explicando que Jesús nació en un establo, pero envuelto en el amor de la Virgen María y san José y al nacer en la carne, el Hijo de Dios consagró el amor familiar, ha aprovechado para dirigirse a las familias, a las que no pueden reunirse hoy, así como a las que se ven obligadas a quedarse en casa: “Que la Navidad sea para todos una oportunidad para redescubrir la familia como cuna de vida y de fe; un lugar de amor que acoge, de diálogo, de perdón, de solidaridad fraterna y de alegría compartida, fuente de paz para toda la humanidad”.

Estamos todos en la misma barca: ¡Cada persona es mi hermano!

Francisco también ha recordado que en este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad: “Una fraternidad basada en el amor real, capaz de encontrar al otro que es diferente a mí, de compadecerse de su sufrimiento, de acercarse y de cuidarlo, aunque no sea de mi familia, de mi etnia, de mi religión; es diferente a mí pero es mi hermano, es mi hermana”.

Dios nos ofrece esta fraternidad dándonos a su Hijo Jesús, por ello, el deseo del Papa es que el Niño de Belén nos ayude “a ser disponibles, generosos y solidarios, especialmente con las personas más frágiles, los enfermos y todos aquellos que en este momento se encuentran sin trabajo o en graves dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia, así como con las mujeres que en estos meses de confinamiento han sufrido violencia doméstica”. “Estamos todos en la misma barca. Cada persona es mi hermano” ha insistido Francisco.

Primer deseo del Papa: Vacunas para todos

Francisco recuerda que en Navidad celebramos la luz de Cristo y hoy en día, en esta época de oscuridad e incertidumbre a causa de la pandemia, “aparecen varias luces de esperanza, como los descubrimientos de vacunas”. “Pero – ha asegurado – para que estas luces iluminen y traigan esperanza a todo el mundo, deben estar disponibles para todos”. “No podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos. Tampoco podemos dejar que el virus del individualismo radical nos supere y nos haga indiferentes al sufrimiento de otros hermanos y hermanas. No puedo ponerme por delante de los demás, poniendo las leyes del mercado y las patentes de invención por encima de las leyes del amor y la salud de la humanidad”. Es por ello que ha pedido a líderes estatales, empresas e organismos internacionales “que promuevan la cooperación y no la competencia, y que busquen una solución para todos: vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados en todas las regiones del Planeta”.

Deseo de fraternidad y paz para Oriente medio y Mediterráneo Oriental

Otro de los deseos del Papa para esta Navidad 2020 es que este sea el momento propicio “para disolver las tensiones en todo Oriente Medio y en el Mediterráneo oriental”. Por eso, ha pedido que el Niño Jesús “cure nuevamente las heridas del amado pueblo de Siria”, que desde hace ya un decenio está exhausto por la guerra y sus consecuencias, agravadas aún más por la pandemia, “que lleve consuelo al pueblo iraquí y a todos los que se han comprometido en el camino de la reconciliación, especialmente a los yazidíes”, que han sido duramente golpeados en los últimos años de guerra, y “que porte paz a Libia” y permita que la nueva fase de negociaciones en curso acabe con todas las formas de hostilidad en el país.

El Papa también ha pedido fraternidad para la tierra que vio nacer al Niño de Belén: “que los israelíes y los palestinos puedan recuperar la confianza mutua para buscar una paz justa y duradera a través del diálogo directo” y que la estrella que iluminó la noche de Navidad sirva de guía y aliento al pueblo del Líbano “para que, en las dificultades que enfrenta, con el apoyo de la Comunidad internacional no pierda la esperanza”.

Y como no, en el día en que la Palabra de Dios se hace niño, el Pontífice también nos pide dirigir nuestra mirada a tantos niños que en todo el mundo, especialmente en Siria, Irak y Yemen, están pagando todavía el alto precio de la guerra: “Que sus rostros conmuevan las conciencias de las personas de buena voluntad, de modo que se puedan abordar las causas de los conflictos y se trabaje con valentía para construir un futuro de paz”.

Deseo de cese al fuego en el Cáucaso

El tercer deseo del Santo Padre es por el cese al fuego en la región el Cáucaso: “que el Hijo del Altísimo apoye el compromiso de la comunidad internacional y de los países involucrados de mantener el cese del fuego en el Alto Karabaj, como también en las regiones orientales de Ucrania, y a favorecer el diálogo como única vía que conduce a la paz y a la reconciliación”.

Que terminen los conflictos armados en África

La mirada de Francisco en esta Navidad también se dirige hacia África, para la que pide “que el Divino Niño alivie el sufrimiento de las poblaciones de Burkina Faso, de Malí y de Níger, laceradas por una grave crisis humanitaria, en cuya base se encuentran extremismos y conflictos armados, pero también la pandemia y otros desastres naturales; que haga cesar la violencia en Etiopía, donde, a causa de los enfrentamientos, muchas personas se ven obligadas a huir; que consuele a los habitantes de la región de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, víctimas de la violencia del terrorismo internacional; y aliente a los responsables de Sudán del Sur, Nigeria y Camerún a que prosigan el camino de fraternidad y diálogo que han emprendido.”



Mensaje de Navidad 2020


martes, 22 de diciembre de 2020

Horario celebraciones Parroquiales Navidad 2020

  Horario de Celebraciones 

en Navidad










SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR


Jueves 24 de Diciembre

17,00 h. NOCHEBUENA en San Isidro Labrador (La Laguna)

18,30 h. NOCHEBUENA en San Pío X (Todoque). 

20,00 h. NOCHEBUENA en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

Viernes 25 de Diciembre

10,00 h. Misa de NAVIDAD en San Pío X (Todoque).

19,00 h. Misa de NAVIDAD en la Capilla de Puerto Naos.


FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA


Sábado 26 de Diciembre

17,30 h. Misa en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

19,00 h. Misa en San Isidro Labrador (La Laguna).

20,30 h. Misa en la Capilla de Puerto Naos.

Domingo 27 de Diciembre

10,00 h. Misa en San Pío X (Todoque).


SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS 


Jueves 31 de Diciembre

17,30 h. Misa en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

19,00 h. Misa en San Isidro Labrador (La Laguna).

20,30 h. Misa en la Capilla de Puerto Naos.

 Viernes 1 de Enero

10,00 h. Misa en San Pío X (Todoque).

DOMINGO II DESPUÉS DE NAVIDAD


Sábado 2 de Enero

17,30 h. Misa en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

19,00 h. Misa en San Isidro Labrador (La Laguna).

20,30 h. Misa en la Capilla de Puerto Naos.

 Domingo 3 de Enero

10,00 h. Misa en San Pío X (Todoque).


SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR (Día de Reyes)


Martes 5 de Enero

17,30 h. Misa en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

19,00 h. Misa en San Isidro Labrador (La Laguna).

20,30 h. Misa en la Capilla de Puerto Naos.

Miércoles 6 de Enero

10,00 h. Misa en San Pío X (Todoque).


FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR 


Sábado 9 de Enero

17,30 h. Misa en San Nicolás de Bari (Las Manchas).

19,00 h. Misa en San Isidro Labrador (La Laguna).

20,30 h. Misa en la Capilla de Puerto Naos.

Domingo 10 de Enero

10,00 h. Misa en San Pío X (Todoque).